Las hijas de papás que hacen labores dentro de la casa, tienden a escoger carreras profesionales menos estereotípicas que quienes solo ven a sus mamás hacer este tipo de actividades.
Para muchos, los roles de género -el conjunto de actividades, actitudes y comportamientos que “definen” al hombre y la mujer- siguen siendo una cosa de “naturaleza”. Para ellos, las mujeres hacen las labores del hogar “porque está en su naturaleza cuidar de otros” y, por eso, mismo, suelen escoger carreras típicamente femeninas, como la enfermería, la educación, y otras similares.
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Sin embargo, un estudio acaba de confirmar lo que organizaciones por los derechos de las mujeres llevan diciendo desde hace varios años: que los roles de género se aprenden en la casa. Y que acciones tan simples como ser un papá que asumen parte de las responsabilidades en la casa, pueden ayudar a sus hijas a aspirar a carreras profesionales que se salen del estereotipo. (Puede leer sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres en Colombia)
La investigación publicada en el journal Psychological Science, complementa estudios recientes que ya habían analizado la importancia de la madre a la hora de que un niño o niña defina su actitud frente a los roles de género.
Esas investigaciones apuntaban que la mejor manera de predecir las actitudes de un niño o niña frente al género, era observando el tipo de actitud que tiene su madre frente a los roles de género y las creencias frente al trabajo.
Es decir, las niñas con madres trabajadoras y con ciertos niveles de independencia económica y emocional de sus esposos, tienden a buscar y valorar ese tipo de escenarios.
Este estudio revela otra pata de esa mesa: que son las acciones de los papás en el hogar -su facilidad y disposición para lavar platos, ropa, trapear, barrero cocinar- los mejores predictores (dentro del hogar) del tipo de aspiraciones labores que tendrán las niñas en el futuro.
El estudio involucró a 326 niñas y niños entre los 7 y los 13 años, y al menos a uno de sus padres. Para cada casa, los investigadores calcularon la división del trabajo en la casa y el trabajo por fuera de ella. Además, determinaron con qué carreras estereotípicas se identificaban los participantes adultos, y compararon aquello con las aspiraciones laborales de los niños.
Así, se dieron cuenta de que un papá que públicamente apoya la igualdad de género, pero en casa no se reparten las tareas mitad y mitad, tendrá una hija que optará por carreras estereotípicamente femeninas, en lugar de ampliar su espectro de posibilidades.
“Hablar con las hijas sobre la igualdad de género es importante, pero nuestro estudio sugiere que es más importante actuar de acuerdo con esos principios”, dijo la investigadora principal, Alyssa Croft.
Croft cree que la importancia del ejemplo radica en que en una casa en la que a las niñas les hablen de igualdad pero solo vean a sus madres hacer el trabajo del hogar, hace que desde muy pequeñas aprendan que como mujeres pueden asumir roles “adicionales” a los tradicionales, en lugar de entender que pueden asumir roles distintos a los que tradicionalmente se les asignan.
Es decir: no es lo mismo una niña que cree que puede ser astronauta Y además una ama de casa perfecta, que una niña que entiende que para ser astronauta, necesitará una pareja que comparta con ella el rol de ama de casa.
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